Odio a los padres fanáticos

Acavo de llegar de arbitrar dos partidos y voy a desahogarme un poquito. Resulta que llevo unos 4 meses arbitrando en Tenerife y con este van a ser dos años pitando en general. Estoy en segunda Regional y me considero un árbitro justo y nada tarjetero. Me gusta dialogar y dejar jugar.

Bien, la mayoría de partidos que arbitra un colegiado en un fin de semana son de fútbol base, que comprende desde Pre-Benjamines hasta Juveniles. Pues a estos chicos, normalmente les acompañan sus padres. Vamos a llamarles padres por no llamarles algo más fuerte como: maleducados o incluso holligans. Estos padres cuando sus hijos van perdiendo actúan como verdaderos descerebrados, incítan a los hijos a pegar patadas, insultan a árbitros y jugadores rivales, se agreden entre ellos formando espectáculos bochornosos, etcétera.

He llegado a ver una pelea entre dos padres en un partido de pre-benjamines. Compañeros, hablamos de niños de 4 a 5 años. Niños que juegan con una inocencia increible, que si hacen una falta se juntan todos rápidamente a ver que le ha pasado al otro niño, que celebran los goles con muchisima ilusión. ¿Y sus padres qué hacen? Darles un ejemplo repugnante, abucheando a personas, pegándose entre ellos. Me repugna.

Un buen número de veces me ha apetecido parar el partido hasta que esos padres dejen de insultarse, para que les mire todo el mundo, que sientan el ridículo que están haciendo. Pero no lo he hecho por respeto a los niños, para no parar el partido y que observen como sus padres se comportan como verdaderos estúpidos.

Otro caso a parte son los partidos de Regional, es ya tradición que la mayoría acaben en tanganas, con insultos a los árbitros, aunque hayan hecho un partido increible. De verdad, cada vez me dá más asco arbitrar. Ojalá que si algún dia tengo un hijo y le apetece jugar al fútbol, pueda hacerlo en un equipo donde los padres son ejemplares, donde juegan para divertirse y para aprender los valores que ofrece un juego en equipo, con disciplina y con reglas.