Vuestro sueño, se ha hecho realidad y aquí estoy, otra vez, dando la lata. Y digo dando la lata, porque hay otras expresiones más conocidas, pero que no se ajustan a mi sexualidad, puesto que la gran mayoría del público es masculino y es mejor no dar alas a sus sueños más lascivos (¿Os dáis cuenta, de que bien he hilado las dos frases? Ken Follet, ¡tiembla!)
Yo no sé vosotros, pero yo, rara vez me acuerdo de los sueños. Pero eso sí, cuando me acuerdo son de los malos y claro, te levantas hecho una mierda. Para una vez que recuerdas que has soñado es para caerte por un precipicio, te atropella un coche,... Vamos que dices: ¿Para qué me voy a levantar, si seguramente hoy termine en una camilla de ambulancia? Mejor me quedo aquí y almenos me libro de la comida de hospital.
Eso sí, hay veces que, ya sean familiares o parejas, me han dicho: ¿Eres consciente de que por las noches te ríes una barbaridad? Claro tu le miras con cara de llevar una escalera de color y en un alarde de lucidez científica, le dices: Obviamente, si estoy dormido, no soy consciente; y levantas la ceja al estilo
Carlos Sobera (nota: en este momento quitate el moco que te acabas de pegar en la solapa)
No se si os ha pasado pero cuando duermes con alguien y en medio de la noche, empieza a reirse, cual chiste de
Manolo Vieira ( versión peninsular:
Faemino y Cansado)pues no debe ser muy agradable, uno piensa ¡me estoy acostando con un loco psicópata! Claro, no puedes despertarlo por temor a que pase como con los sonámbulos, que les puedes crear un trauma. Encima de que se ríe solo por las noches, traumatizado; vamos, el sueño de toda pareja!
Después, están los casos de los que en vez de reirse, se ponen a hablar. Pero a hablar de una forma que no hay quien los entienda. Te despiertas por el sonido de una voz, piensas: ¡han entrado ladrones! ¿qué hago: me cubro con la sabana antibalas y me doy la vuelta o me levanto a repartir unas yoyas como sacos de cemento? En ese momento, despiertas de tu sueño con los ojos cerrados y te das cuenta, de que tu compañero de cama está en plena tertulia consigo mismo. Acercas la oreja a ver si te revela algún secreto importante sobre su doble vida o algo así, pero solo consigues escuchar: amarillo, cajón y señora alta. ¡Dios! ¿Pero qué es eso? Claro tu ya no vas a dormir, tienes que averiguar que está pasando, la inseguridad de todas las personas nos obliga a desconfiar siempre de todos, vamos, que si los españoles fueramos a la guerra de nuevo, seriamos como los inmortales: ¡Sólo puede quedar uno!
Después de pasarte la noche en vela, se despierta tu pareja y ya sin haber encontrado respuesta al galimatías de la noche y como si fueras Clint Eastwood en cualquier película de Harry, le coges de la camisa y le dices: Cuentamelo todo! ¿Quién es esa señora alta vestida de amarillo que guardas en un cajón cuando llego yo a casa?
Si los sueños se hicieran realidad, creo que la crisis no formaría parte de nuestro diccionario. Seríamos ricos, con coches potentísimos, con casas por el ancho del mundo y el cielo iba a estar colapsado de jets privados. ¡Ah! Coroporación Dermoestética no existiría, obviamente seriamos todos increíblemente guapos.
Por desgracia, Calderón de la Barca tenía razón, la vida es sueño, lo malo es que los sueños no son como la vida.
Etiquetas: Escuchando: Queen - The show must go on