Sigo por aqui y mi cabeza... más lejos aun!
Los que me conozcan, sabrán que mi cabeza no siempre está sobre mis hombros. Estaba el otro día, en el aeropuerto de Gran Canaria, como siempre con un libro bajo el brazo para hacer más placida la espera. Cuando fuí a facturar, me dejé el libro en el mostrador y yo, tan ricamente, me dirigí a tomarme un zumo y un kit-kat a precio de oro, por lo que creo que el melocotón del zumo debe ser calidad suprema y exprimido a mano, no hablemos del chocolate del kit-kat, que debe ser cacao de gran reserva!
Pero todos conocemos de los precios libres de impuestos del aeropuerto. Además del negocio de no pasar líquido al interior de la zona de embarque. Si llegan a cobrar impuestos, beber agua representaria estar bebiendo un Vega Sicilia reserva del 88.
Volviendo al libro, cuando salí de la cafetería me dí cuenta del suceso. Fuí al mostador y ahí estaba la chica, que me suelta: "Es que como no había ningún nombre dentro, no sabia de quien era" Yo me la quedé mirando y le señalé una factura que había dentro del libro con mi nombre, apellidos, dirección... Vamos que solo le faltaba las medidas de mi aparato reproductor. Y me suelta: "Es que no sabía si era ese o este que había aquí más grande" Ponía: Alineaciones José Carrillo Cágate las patas abajo xD
Total, que me dirigí a sacar dinero del cagero y sorpresa! Cuando iba pasar el "arco de triunfo" de la seguridad, cual Carlo Magno... ¿Dónde está mi libro? Otra vez sudores frios, el miedo de quedarme sin saber el final del libro... Se me acerca un segurida y me dice: "¡pase señor, que está haciendo cola!" Y yo le digo que había perdido mi libro. El notas me mira con ganas de soltarme una galleta y me suelta: "No será el que llega debabjo del alerón, ¿no?"
Agacho la cabeza y sigo hacia delante sin mirar. Pero ahí no acaba la cosa, esta mañana, cuando salía de casa hacia el coche me doy cuenta de que no llevo las llaves del coche, ¡joder, otra vez me las he dejado en casa! Pues no, en casa no están, ni debajo de la cama, ni en el microhondas, ni en el cubo de la basura. Y ¡chas! un flash esclarecedor como las luces que usaban en los interrogatorios, que yo no sé que tendrán, pero te lo hacían recordar todo de golpe y sino, el propio golpe en la nuca te colocaba los recuerdos en su sitio rápidamente xD
Ayer, cuando salía del campo, alguien gritaba: "Aquí hay unas llaves de coche", yo no le dí importancia, porque como fui caminando... Saltó el delegado visitante, de la otra punta de la isla y dice: "Yo me las llevo, que seguro que es de un jugador mio" Su puta madre!!!! ¡Eran las mías! Menos mal, que al final, el pajaro se apiadó y las dejó en la cantina del campo y esta tarde, sino me olvido, las podré recuperar!
Ale, a cascarla con otro!